Pasaporte Nómada
La leyenda relata, que los inicios de las civilizaciones pasadas en el Nepal se encuentran muy vinculadas con el actual valle de Kathmandú. Entonces, la hondanada se encontraba anegado por un hermoso y enorme lago de aguas color turquesa, en cuyo centro creció una gigantesca flor de loto que irradiaba una luz divina, forma en que se manifestaba Swayambhu, el buda primigenio.
Debido a su desmesurada belleza, miles de peregrinos se aproximaban a sus inmediaciones para contemplar el paisaje, así como para venerar, aunque fuese desde la orilla, la preciosa flor divina.
Según afirma la rama budista de los nepalíes, el bodhisattva de la sabiduría Manjusri, discípulo real del Buda Gautama, tuvo una visión sobre esta deslumbrante flor de loto y decidió viajar desde China hasta el lago para adorarla.
Cuando comprobó que el lugar se había convertido en un importante punto de peregrinación, decidió drenar el lago para conseguir que todos pudieran adorarla de cerca, originándose así el actual valle de Kathmandú.
Sin embargo, como casi toda leyenda conocida, hay versiones discrepantes que determinan que fue otro el motivo por el que se formó el valle. Según la tradición hindú, el país pudo fundarse gracias a Krishna, una de las reencarnaciones del dios Vishnú, quien lanzó sobre la montaña un potente rayo para liberar todo el agua que contenía el valle.
Sea como fuera, a día de hoy, el punto donde todas estas historias se desarrollaron es uno de los más venerados en todo Nepal, lugar donde actualmente se sitúa la stupa de Swayambunath, colina sagrada tanto para budistas como hinduistas.
También conocido como el templo de los monos, éste uno de mis rincones favoritos de Kathmandú. Como si de un ritual se tratara, es el lugar que visito por primera vez cuando llego a la ciudad, pero también, es desde donde me despido antes de regresar a casa.
Se encuentra ubicado al oeste de las aguas sagradas del río Bagmati, a unos 25 minutos a pie de Thamel. Aquí, sobre una prominente colina boscosa, se esparce una caótica mezcla de santuarios budistas e hindús, que se extiende hacia el oeste hasta el parque de Buda, junto a la carretera de circunvalación.
Caminar alrededor de la stupa entre diminutos templos y santuarios, mientras las campanas tintinean, los monjes giran los molinos de oración y los devotos prenden varillas de incienso, es una de las experiencias más intensas y conmovedoras que viviremos en Kathmandú.
De todos los santuarios que se hallan sobre la colina, el más importante y venerado de ellos es el de Swayambhunath. Fechado a principios del siglo V, por muchos es considerado uno de los templos más antiguos de todo Nepal, incluso los hay quienes afirman que se trata de la stupa más vieja del Mundo. De hecho, su nombre actual, proviene de una conjunción de palabras que significan algo muy parecido a «creado por sí mismo».
La stupa fue declara Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979, y en la actualidad, es considerada una de las joyas arquitectónicas del continente. Pero en verdad… ¿Qué es una stupa y qué significado tienen cada uno de sus elementos?
Pues bien, las stupas son templos budistas generalmente construidos en Asia, donde los creyentes acuden para llevar a cabo sus ofrendas o para rezar. Sin embargo, este tipo de santuarios son muy diferentes a los que comúnmente estamos a costumbrados a ver
De manera general son construidos en planta circular y no contienen nada en su interior, por lo que tampoco es posible acceder dentro de ellos. Sin embargo, según dicen se comenzaron a construir para albergar la reliquia de alguna persona venerada por los budistas, normalmente restos de su cuerpo que permanecen ocultos en su interior.
Los mantras se recitan mientras giran alrededor del templo, siempre en el sentido de las agujas del reloj y normalmente haciendo rotar los pequeños molinos situados sobre su perímetro. En ocasiones, también usan el denominado yapa mala, una especie de cordón engastado con 108 esferas de madera, muy similar al rosario utilizado por los cristianos para rezar.
En las stupas podremos encontrar todos los elementos budistas, que sirven como representación tridimensional del camino de Buda hacia la iluminación.
Concretamente la de Swaymabhunath, se eleva en torno a los cuatros rostros de la divinidad. Los ojos de Buda que todo lo ven, fijan su penetrante mirada en dirección a los cuatro puntos cardinales. El garabato en forma de nariz, es el número ek (uno) nepalí que representa la unidad y por encima, el tercer ojo significa el discernimiento de Buda.
La estructura cuadrada (harmika) donde se personifican los ojos de Buda simboliza el fuego, desde cuya parte superior se elevan 13 anillos que representan las 13 etapas que los humanos debemos superar para alcanzar el nirvana. La corona sobre ella el aire, la sombrilla entre medias representa el espacio y la enorme cúpula (kumbha) semicircular de color blanca el mundo.
A su alrededor, podremos ver los molinos de oración que mencioné anteriormente, en cuyo interior se encuentra inscrito el mantra sagrado om mani padme hum «alabada sea la joya del loto».
Swayambhunath está situado a unos 25 minutos caminando del centro de Thamel. El mejor modo para llegar es a pie, pues durante el trayecto, atravesaremos algunos barrios residenciales donde nos comenzaremos a inmiscuir en la intensa atmósfera de su cultura local.
También es posible llegar en taxi, aunque para obtener un buen precio habrá que regatear. Generalmente las tarifas se pueden reducir hasta aproximadamente la mitad del importe inicial. Un buen precio para llegar en taxi desde Thamel hasta Swayambhunath puedes oscilar en torno a las 250 rupias.
En realidad, el complejo donde se encuentra Swayambhunath está protegido por una muralla, en cuyo perímetro podremos ver molinos de oración de muchos tamaños, chortens, estatuas de Buda, y otros elementos representativos para los budistas. A pesar de que hay varios lugares por donde podremos acceder a la cima de la colina, recomendamos hacerlo por la empinada escalinata oriental. El templo, puede visitarse a cualquier hora del día.
En su parte inferior, la escalera es flanqueada por un conjunto de estatuas doradas de Buda. Después comienzan a sucederse comerciantes de todo tipo, monolitos, santuarios y como no, numerosos macacos considerados sagrados columpiándose de rama o que se deslizan por la barandilla de la escalinata. Por alguna razón, el santuario es conocido como el templo de los monos ¿verdad?
Una vez en la parte superior, justo antes de alcanzar la cima tendremos que pagar 200 rupias (precios 2020) para poder acceder. Inmediatamente después, nos encontraremos con un enorme dorje chapado en latón flanqueado por dos leones.
El dorje, es uno de los signos centrales para el budismo tibetano, símbolo del poder de la iluminación, que anula la ignorancia de las personas y que consideran indestructible. En el pedestal que lo soporta, se encuentran tallados los animales del calendario tibetano.
Durante el terremoto de abril de 2015, la mayor parte de los edificios que se encuentran alrededor de la stupa resultaron dañados o se desplomaron completamente. Entre éstos, se encuentran los templos de Anantapura y Pratapura, dos torres blancas de estilo indio que durante nuestra última visita en 2019 ya habían sido reconstruidas. Por suerte la stupa apenas se tambaleó.
Sin embargo, otros muchos templos y edificios aún permanecen cubiertos por andamios, apuntalados o simplemente reducidos a escombros. A pesar de ello, la base donde se encuentra la stupa, continúa siendo un auténtico «museo» donde aún sobreviven pequeños santuarios, monolitos y todo tipo de estatuas y símbología preciada por ambas culturas.
En el lado occidental de la plataforma hay algunas concurridas edificaciones como el albergue de peregrinos Dongak Choling Gompa, destruido parcialmente por el terremoto. Frente a él, rodeado por campanas y un conjunto de chortens, nos encontraremos con el templo dedicado a la diosa hindú Hariti, responsable de la fertilidad.
Ya para finalizar, en los edificios situados en la pequeña plaza ubicada tras del conjunto de chortens, hay numerosas tiendas de artesanía tradicional donde podremos comprar pinturas hechas a mano con escenas del Himalaya, mandalas, figuritas, estauillas, incienso, cuencos tibetanos y por general toda clase de recuerdos y souvenirs.
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2 Comments
Muy bien sobre templo de mono en kathmandu , ya esta abierta para visitas despues de COVID….
Hola Siri. Muchas gracias por tu aportación. Saludos!