Pasaporte Nómada
Pocos lugares en nuestro Planeta desatan el misticismo y la intriga que despierta la Isla de Pascua. Sus famosas cabezas de moai, alzadas sobre una diminuta fracción de tierra en mitad del Pacífico, aún permanecen envueltas en un halo de misterio e interrogantes.
Rapa Nui, nombre polinesio por el que también se conoce a esta civilización y la isla a la que nos referimos, es uno de los destinos más deseados por gran parte de aventureros, amantes del misterio y el mundo espiritual.
Por ello, si tenéis en mente viajar a este paradisíaco enclave no perdáis onda de lo que os voy a contar. Pues en nuestro artículo de hoy QUÉ VER EN LA ISLA DE PASCUA – 10 LUGARES IMPRESCINDIBLES DE RAPA NUI, os vamos a ayudar a organizar un viaje para nunca olvidar, toda vez que revelamos algunos de sus misterios más intrigantes. ¡Vamos allá!
En este post, hemos elaborado un listado con los 10 mejores lugares que ver en la Isla de Pascua, los cuales vais a poder conocer durante vuestro viaje.
Antes de continuar, no olvidéis echar un vistazo al mapa de la Isla de Pascua que observaréis a continuación. Ello, os facilitará la organización de un itinerario perfecto a vuestro gusto y antojo. ¡Comenzamos!
Con uno población aproximada de 6.700 habitantes, de los cuales menos de la mitad son de origen nativo, Hanga Roa es el único lugar habitado de la Isla de Pascua. Su nombre traducido del Rapa Nui significa “bahía larga“ y en ella, tendréis la opción de encontrar una variada propuesta de hoteles, restaurantes, mercados artesanales y establecimientos.
Además de la iglesia, sus diminutas calas, playas y algún yacimiento, la aldea no tiene demasiados lugares para visitar. Ya que la mayor parte de «ahus», nombre que reciben los pedestales que sostienen a los moais, están situados alrededor de la isla.
Sin embargo, para disfrutar de ella basta con pasear por sus calles sin asfaltar, donde los perros deambulan entre huertas y plataneras. ¡Paradisíaco! Es el adjetivo más apropiado que se me ocurre para definir a esta pequeña ciudad.
Formado por tres plataformas ceremoniales ubicadas al norte de Hanga Roa, Ahu Tahai es uno de los yacimientos más antiguos en toda la isla.
El ahu más importante es el denominado Ahu Vai Uri, formado por los restos de cinco moais con diferentes tamaños y formas. Es considerado el mejor lugar en la isla de Pascua para disfrutar del atardecer, momento en que los rayos del sol se filtran entre las estatuas, mientras los colores del cielo se comienzan a transformar. ¡Un lugar mágico durante la puesta de sol!
Junto a ellos hay un solitario moai propiamente denominado Tahai, y unos metros más al norte, con unos cinco metros de altura Ahu Ko Te Riku. Además del pukao, denominación del sombrero color rojo que algunos moais sostienen sobre su cabeza, es el único en toda la isla que conserva los globos oculares originales en sus alojamientos.
Este hecho, el de que los moais se encontraban provistos de ojos tallados en coral, fue algo desconocido hasta el año 1978, cuando se desarrollaron una serie de excavaciones en la playa de Anakena, al noreste de la isla de Pascua.
Al suroeste de la isla de Pascua, muy cerca de Hanga Roa se encuentra el ya extinto volcán Rano Kau, y su vieja caldera cubierta por una laguna repleta de vegetación.
Junto a él está situada la aldea ceremonial de Orongo, uno de los lugares más interesantes que ver en la Isla de Pascua. Este antiguo asentamiento, estacionalmente ocupada por los jefes de las diferentes tribus nativas, durante un período concreto se convirtió en el centro de culto a las aves. En ella, también convivían quienes participaban en la competencia del hombre pájaro, ceremonia que se desarrollaba en honor al dios creador Tangata Manu.
En la aldea pueden observarse algunas de las casas aún conservadas, donde han encontrado pinturas rupestres relacionadas con el ritual, así como una gran variedad de petroglifos aludiendo a su celebración. Durante los procesos de excavación, en el interior de una de las viviendas también encontraron un moai muy especial, Hoa Hakananai´a, conocido por los isleños como «El Amigo Robado», reclamo histórico de los Rapa Nui.
Si queréis saber más sobre esta famosa estatua y el origen de todas los moais de la isla, en este interesantísimo artículo os explicamos cómo y por qué se construyeron los moais. Un post que bajo ningún concepto os podéis perder.
En algún momento de la historia, debido a la escasez de alimentos provocada por la descontrolada fabricación de moais, la creencia en el poder protector que los ancestros ejercían a través de estas estatuas comenzó a decaer. Por ello, los pascuenses buscaron alternativas a sus convicciones espirituales, focalizándose en la competencia del Dios Tangata Manu.
Exactamente no se conoce el motivo por el cual comenzó el culto al pájaro de la suerte ¨manutara¨. Una especie de gaviota marina migratoria que anidaba cada primavera en los ´motus´ islotes próximos a un acantilado cerca de Orongo.
Llegado el día, siempre antes de la llegada a la isla de la gaviota migratoria, los competidores se arrojaban acantilado abajo desde donde sobre unas balsas artesanales, emprendían a nado hasta Motu Iti, un islote deshabitado cercano a la costa. El trayecto tenía lugar en un mar agitado y concurrido por tiburones, por lo que no todos los competidores lograban llegar hasta él.
Una vez allí aguardaban días, incluso semanas, hasta la llegada de los primeros gaviotines. Tras anidar, el competidor que conseguía arrebatar el primero de los huevos, exclamaba alertando al vigilante situado en una cueva ubicada junto a los acantilados. Después, amarraba el huevo sagrado a su frente y regresaba a nado hasta la isla para entregarlo al jefe tribal, convirtiéndose en el elegido para ser el ´Tangata Manu´ o persona sagrada durante un año.
Según cuenta la tradición, al encontrarse en eje central de la isla, este fue el lugar escogido por las antiguas tribus para enterrar al primer rey Hotu Matu’a. Si habéis leído el post que anteriormente os recomendé, entonces ya sabréis sobre quien hablo.
Al establecer en este punto su mausoleo, pensaron que el poder emanado por el creador de la civilización Rapa Nui se repartiría de manera equitativa, dando lugar así a buenas cosechas y excelentes temporadas de pesca.
El yacimiento está situado en la costa sur, donde hay varios lugares interesantes que visitar. En él, podréis explorar los cimientos de la antigua aldea de Aka Hanga, así como una cueva de escasa profundidad utilizada por los pescadores como refugio.
A pocos metros de los acantilados se alzaba Ahu Akahanga, una plataforma ceremonial de unos 18 metros de longitud. Al no haberse realizado en ella ningún trabajo de restauración, os podréis hacer una idea de cómo quedaron los ahus tras la época en la que decayó el culto a ellos.
Repartidos a su alrededor, observaréis también numerosos pukao como el de Ahu Ko te Riku. Estos sombreros, eran colocados como ornamento solo sobre aquellas estatuas consideradas de mayor relevancia, previamente tallados en escoria roja procedente del volcán Puna Pau.
Uno de los lugares más importantes que ver en la Isla de Pascua es el volcán Rano Raraku. Ya que los Rapa Nui, emplearon este enclave como cantera para tallar en piedra volcánica la mayor parte de los moais.
Sobre su ladera sureste, además, se alzan los que se han convertido en los moais más famosas de la Isla de Pascua. Como podréis observar muestran un estilo más refinado, con una nariz prominente, sin cavidades para los ojos y careciendo de base donde colocar el pukao.
Ello revela que los pascuenses evolucionaron en sus técnicas de elaboración, así como que se trata de la última generación que fabricaron en la cantera de Rano Raraku. Con el paso del tiempo, sus cuerpos se fueron ocultando dejando tan solo a la vista la cabeza y parte del torso.
Reclinado sobre una ladera en la parte baja de la cantera, con 22 metros de longitud y un peso estimado de 200 toneladas, aún incrustado sobre la roca se encuentra el moai Tokanga. Se trata de la figura más grande que los Rapa Nui trataron de construir. Posiblemente, sus creadores debieron abandonarlo durante el proceso de elaboración, al darse cuenta que, debido a su gran tamaño, nunca jamás lo podrían trasladar hasta la plataforma donde la querían situar.
Ahu Tongariki es un lugar envuelto en un halo de misticismo muy especial. Uno de los yacimientos más interesantes que visitar en la isla de Pascua, especialmente durante el amanecer.
Los quince moais de gran envergadura alojados sobre este ahu, constituyeron el mayor centro de culto Rapa Nui en la antigüedad. El misterio, la magia y magnetismo que emanan estas estatuas, alcanza su clímax cuando a primera hora de la mañana, los rayos de sol despuntan tras ellos en el horizonte.
El ahu fue erigido frente al sol naciente del solsticio de verano, lo que significa que, entre el 21 de diciembre y el día 21 de marzo, fechas que coinciden con el solsticio de verano y el equinoccio de otoño, el sol aparece durante el amanecer justo detrás del altar. En cambio, durante el mes de abril, el altar se comienza a iluminar tras la silueta del volcán Poike, lugar donde tuvieron origen las batallas entre los «Orejas Cortas» y los «Orejas Largas».
La madrugada del 22 al 23 de mayo de 1960, con una intensidad de 9,5 grados en la escala Richter y epicentro en la ciudad chilena de Valdibia, tuvo lugar uno de los mayores temblores registrados a lo largo de la historia en este lugar.
Ello, derivó en un devastador tsunami que originó una ola de diez metros de altura, la cual avanzó alcanzando la costa este de la Isla de Pascua, lugar donde está situado Ahu Tongariki.
El resultado fue devastador, ya que la terrible ola se introdujo 500 metros hacia el interior de la isla. Debido a ello, la plataforma principal quedó destruida y algunas de sus estatuas desplazadas a más de cien metros. Muchas de ellas, aparecieron hechas pedazos junto a restos de ovejas muertas, animales marinos y huesos humanos que encontraron enterrados bajo los altares.
30 años después del tsunami, gracias a un programa de televisión japonés donde el arqueólogo y ex gobernador de la Isla Sergio Rapu mencionó que ¨sería un sueño ver de nuevo en pie a los moais¨, se inició un programa de restauración. El equipo de expertos, compuesto por arqueólogos e ingenieros procedentes de Chile y Japón, culminó con la completa reconstrucción del ahu en 1996.
A pocos metros observaréis una solitaria estatua conocida como «el moai viajero». Dadas las buenas relaciones entre Japón y los habitantes de la isla de Pascua, estos permitieron que en 1982 fuera trasladado para formar parte de una exposición temporal en el país nipón.
En 1986, el moai fue también objeto de los experimentos llevados a cabo por el ingeniero checo Pavel Pavel y el explorador noruego Tor Heyerdahl, todo ello para reafirmar sus hipótesis, a cerca de las técnicas empleadas por los habitantes de la isla para trasladar las estatuas.
Como resultado, con la ayuda de un grupo de menos de 20 personas y un sistema de cuerdas para balancearlo, ambos lograron desplazar el moai de nueve toneladas reafirmando así sus teorías. Por ello, es también conocido como «el moai caminante».
«Te Pito Kura», lo que significa ombligo de luz, se relaciona con la denominación que la isla recibió en algún momento de la antigüedad «Te pito O te henua», el ombligo del mundo.
La ubicación de la isla en medio del océano Pacífico, posiblemente hizo pensar a sus pobladores que se encontraban en el centro del universo, motivo por el que la decidieron bautizar con este ególatra sobre nombre.
Al noreste de la isla de Pascua, hay una gigantesca piedra pulida en forma de huevo que alude a este hecho. Junto a ella, observaréis el altar donde algún día se apoyó el moai más grande que lograron finalizar, y que por consiguiente pudieron trasladar hasta su plataforma ceremonial.
Conocido como el moai Paro, está fragmentado en dos bloques tumbado cabeza abajo, tal y como los arqueólogos lo encontraron tras ser derribado.
Palmeras de perfumada madera, una brillante duna de arena blanca y la plataforma de moais mejor conservada de toda la isla de Pascua. ¡BIENVENIDOS A LA PLAYA DE ANAKENA!
Éste magnífico lugar de celestial apariencia, es donde según menciona la tradición, Ariki Hotu Matu’a desembarcó junto a sus hombres para establecer el primer asentamiento, a raíz del cual, se comenzó a desarrollar la cultura de los Rapa Nui.
Tras su preciosa duna de arena está situado el altar de Ahu Nau Nau, formado por siete moais de los cuales cinco, son los mejores conservados en toda la isla. Éstos, también fueron arrojados al suelo desde sus pedestales durante la época de decadencia, aunque contaron con la fortuna de quedar enterrados bajo la arena a salvo de la erosión.
Detrás de Ahu Nau Nau, en un solitario pedestal observaréis un moai mucho más achatado y robusto, Ature Huki. Ésta, fue la primera de las estatuas puestas en pie en la era moderna, idea del explorador noruego Thor Heyerdahl, quien animó a los nativos a alzarla y así probar algunas de sus teorías.
La leyenda, relaciona los moais de Ahu Akivi con los siete exploradores quienes según la tradición, fueron enviados por el Rey Hotu Matu´a para llevar a cabo un estudio previo de la isla antes del desembarco.
Todos los moais de la Isla de Pascua fueron orientadas hacia el interior para proteger a sus pobladores. Sin embargo, la mirada de estas estatuas parece perderse en el horizonte descrito por el Pacífico, lo que dio lugar a confusiones fundadas. Estudios realizados con posterioridad, determinaron que realmente están situados frente a una antigua aldea desaparecida.
Al igual que sucede en Ahu Tongariki, están astronómicamente orientados haciendo coincidir su eje de norte a sur, lo que permite una alineación perpendicular respecto al sol durante el solsticio de verano y el equinoccio de otoño.
Junto a los siete moais de Ahu Akivi, comienza el camino pedestre que asciende hasta la cima del volcán Terevaka. Con 511 metros de altitud, es el punto más elevado en la Isla de Pascua.
Extinto desde hace 10 mil años, es el más joven de los tres volcanes principales, con un cono cubierto por sedimentos y formado por diversas ondulaciones.
El trayecto hasta el monolito ubicado en la cumbre, es de dos horas aproximadamente. Desde la cima las vistas son sencillamente maravillosos, con una panorámica completa de 360º hacia el océano Pacífico.
La mayor parte del territorio de la Isla de Pascua, así como sus volcanes, petroglifos, pinturas rupestres y yacimientos, fueron declarados Parque Nacional Rapa Nui el 16 de enero de 1935.
Para poder visitarlos, es necesario haber adquirido previamente un ticket de acceso al parque. A excepción de Orongo y Rano Raraku, yacimientos que solo pueden ser visitados en una ocasión, la entrada os permitirá recorrer libremente toda la isla. En esta Guía de viaje para visitar la Isla de Pascua os contamos donde podéis comprar las entradas y sus tarifas.
En la Isla de Pascua no hay red de transporte público, a pesar de lo cual, tenéis diversas formas a vuestra elección para poder visitar los lugares descritos. Podréis hacerlo en taxi, a caballo e incluso a pie.
Sin embargo, lo más práctico es alquilar un jeep, cuyas tarifas rondan entre los 60 USD y los 90 USD por día en función de la temporada. También es posible reservar bicicletas o motocicletas por precios que rondan los 35 USD y 60 USD por día respectivamente.
Las compañías de alquiler tradicionales no disponen de oficina en la isla de Pascua. Hay dos agencias locales en Hanga Roa, Insular Rent a Car y Mahinatur Discovering, ambas situadas en la calle Atamu Tekena, una de las dos avenidas principales de la ciudad.
La otra opción es reservar excursiones guiadas en castellano. A través de este tour recorreréis en un solo día los lugares más emblemáticos de la isla de Pascua, como son Rano Raraku, Anakena, Tongariki, Ahu Akahanga o Ahu Te Pito Kura. También podéis reservar excursiones guiadas para visitar lugares concretos, lo que podéis hacer a través de los enlaces que os hemos facilitado durante el post.
La mayor parte de alojamientos de la Isla de Pascua están ubicados en la aldea de Hanga Roa. Aunque los precios son elevados, reservando con antelación podréis encontrar alguna oferta que os permita economizar.
Fuera de la ciudad las tarifas de los hoteles son mucho más elevados, donde podréis elegir entre algún que otro lujoso resort. En la playa de Anakena, encontraréis la única opción disponible en la zona este de la Isla de Pascua, el Campamento de Ana Tekena.
Hablamos del alojamiento más económico en la Isla de Pascua. La mejor opción para quienes viajen en solitario, con camas individuales por precios en torno a 50 euros.
Está situado al norte de Hanga Roa, a unos 500 metros de Ahu Tahai. Dispone de jardín con piscina y barbacoa, así como baño privado y desayuno. Las habitaciones dobles rondan los 80 euros de media en función de la temporada.
El hotel está situado en primera línea de playa al norte de Ahu Tahai. Uno de los alojamientos que cuentan con las mejores valoraciones y relación calidad de precio.
Una de las ventajas con las que cuenta el hotel, es que dispone de cocina para compartir y zona de comedor. El precio medio de las habitaciones dobles ronda los 115 euros por noche, echadle un vistazo a las fotos y sus vistas desde las habitaciones. ¡Son sencillamente maravillosas!
Se trata de uno de los alojamientos más suculentos de la Isla de Pascua. Situado frente al altar de Ahu Tahai, es un lugar ideal para contemplar la mejor puesta de sol.
Dispone de numerosos servicios como cocina y jardín con barbacoa y unas excelentes vistas. Una extraordinaria elección para quienes no necesiten economizar.
Qué te ha parecido nuestro artículo de hoy QUÉ VER EN LA ISLA DE PASCUA – 10 LUGARES IMPRESCINDIBLES DE RAPA NUI Danos tu valoración y ayúdanos a mejorar
1 Comment
Realmente impresionante y único destino.
Muchas gracias por compartir estos lugares.