GUÍA PARA VISITAR EL FORO ROMANO Y EL PALATINO - LOS ORÍGENES DE LA ANTIGUA ROMA

• VISITA GUIADA EN CASTELLANO AL COLISEO, EL FORO ROMANO Y EL PALATINO

Esta excursión guiada en castellano al Coliseo, el Foro y el Palatino, comprende la visita a los tres lugares más importantes de la Antigua Roma. Una de sus muchas ventajas, es que incluye entrada con preferencia sin colas de acceso.

• COLISEO SUBTERRÁNEO Y ARENA, FORO ROMANO Y PALATINO
  

Esta excursión guiada en castellano al Coliseo y subterráneo, Foro y Palatino, además de incluir la entrada con preferencia y sin colas a los tres lugares más importantes de Roma, comprende la visita al hipogeo del Coliseo. Ello os servirá para profundizar en los conocimientos sobre su arquitectura, pisaréis el mismo suelo y descubriréis cómo funcionaban los ascensores que daban acceso a la arena y su sistema de galerías subterráneas.

• VISITA GUIADA AL VATICANO, COLISEO, FORO ROMANO Y PALATINO

Esta excursión guiada en castellano al Vaticano, el Coliseo, Foro y Palatino, es una oferta especial que además del acceso sin colas y con preferencia a los tres lugares más importantes de la Antigua Roma, incluye la visita guiada a los principales lugares de interés del Vaticano. Es una de las opciones más completas para los amantes de las excursiones guiadas.

Uno de los alojamientos más económicos cerca del Foro Romano y el Palatino es el HT Residence Maximus, ubicado justo detrás del Coliseo. Desde él, andando hasta la puerta del Palatino o el foro no tardarás ni cinco minutos.

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Como dijimos anteriormente, el Foro Romano fue el lugar donde se desarrolló gran parte de la vida religiosa, política y cultura de la antigua Roma.

Aunque sabían de su existencia, las primeras excavaciones no tuvieron lugar hasta el siglo XVIII. Gracias a ellas y a otros hallazgos, hoy conocemos infinidad de detalles sobre cómo evolucionó la sociedad roamana durante los años en que se extendió el imperio.

A pesar de que posteriormente fue saqueado e incluso parte de él enterrado, el foro conserva multitud de joyas arqueológicas que harán trasladar nuestra imaginación a tiempos pasados. Por ello, cada piedra, estatua o cada columna que sobrevive al paso del tiempo silenciando su propia historia, posee argumentos suficientes para detenernos en ella y explorarla con sumo detalle.

Sin embargo, es muy probable que también desees explorar otros lugares de la ciudad en el mismo día. Por ello, vamos a detallar un itinerario que en dos o tres horas te permitirá conocer los lugares más importantes del Foro Romano.

Para quienes entren por el ingreso del Palatino éste será el primer monumento con el que se encontrarán. Está situado junto al acceso que comunica ambos recintos, el Foro Romano y el Palatino, al principio de la Via Sacra, calle principal que cruzaba el foro conectando la plaza del Campidoglio con el Coliseo. Bajo ella también discurría la Cloaca Máxima, desagüe por donde se vertían todos los desperdicios al cauce del río Tíber.

El Arco de Tito fue erigido por el emperador Domiciano en el año 82 d.C. tras la muerte de su hermano Tito. En él pueden verse en perfecto estado de conservación, tanto la inscripción dedicatoria como los relieves que ilustran las victorias de Vespasiano y Tito contra los judíos en Jerusalem, motivo por el que fue construido.

Actualmente se trata de uno de los arcos mejor conservados de Roma, el cual sirvió como inspiración para muchas puertas triunfales construidas en la era moderna, como por ejemplo la de los Campos Elíseos de París, de ahí el enorme parecido entre ambos monumentos.

Girando hacia la derecha en el Arco de Tito en dirección al Coliseo, sobre una suave pendiente se encuentra el Templo de Venus y Roma. Fue construido por el emperador Adriano en el año 121 d.C., aunque no fue inaugurado de manera oficial hasta 14 años después. Se cree que fue el templo más grande la antigua Roma.

Aunque la mayor parte de los visitantes lo pasan por alto, junto al santuario hay un mirador con unas vistas únicas hacia el Coliseo. Y es que éste, es otro de los motivos por los que recomendamos visitar el foro en primer lugar, ya que así tendrás la oportunidad de hacerte una foto con el Coliseo detrás, SIN GENTE, que seguramente se convertirá en una de las preferidas de tu viaje a la ciudad eterna.

Nada más pasar el Arco de Tito, continuando por la Via Sacra a mano derecho nos encontraremos con una gran construcción de color tierra formada por tres techos abovedados.

La Basílica de Majencio y Constantino, es considerada la edificación más grande del foro y probablemente de toda la antigüedad. Su construcción fue iniciada por el emperador Majencio y finalizada por Constantino en el año 315 d.C. Su función predominante fue la de albergar la actividad judicial y el cargo administrativo más importante de Roma.

Siguiendo por la Via Sacra, en el lado derecho tras la basílica se encuentra el templo de Rómulo, construido en ladrillo, planta circular y cubierto por una cúpula. Actualmente también es una de las construcciones mejor conservadas del foro.

Sus orígenes aún son inciertos, pues hay varias teorías a cerca de su procedencia. Una de ellas, la relatada por la leyenda que es con la que me quiero quedar, menciona que el templo fue establecido por el mismísimo Rómulo tras fundar la ciudad, y que posteriormente se restauró a principios del siglo III d.C.

A continuación situado junto al ingreso del foro, se encuentra el templo que Antonio Pio dedicó en el 141 d.C. a su esposa Faustina tras su fallecimiento. Después, durante la Edad Media se convirtió en la Iglesia de San Lorenzo in Miranda, posible motivo por el que se librase de los saqueos y se encuentre tan bien conservado.

El templo, conserva la totalidad de sus diez columnas de orden corintio que sostienen el arquitrabe, donde aún se mantiene la inscripción dedicatoria a la emperatriz.

Frente a él, el conjunto de piedras que encontrarás bajo una techumbre son los restos que sobreviven del templo de Divo Giulio, lugar donde Julio César fue incinerado.

Tras el Templo de Antonio y Faustina se encuentra la basílica Emilia, un edificio porticado construido en dos plantas que servía para proteger a los peatones de la intemperie. En él se establecieron tiendas, bancos y se instalaron los tribunales, así como otras estancias administrativas.

Actualmente es un lugar de muy difícil interpretación. Los saqueos y el paso del tiempo entre otros muchos factores, lo han convertido en una difusa explanada donde solamente podremos ver algunos restos y las bases de las columnas de los soportales.

Continuando por la Via Sacra, tras los restos arqueológicos de la basílica se encuentra la Curia Iulia. El edificio no pasará desapercibido, pues su moderno aspecto de color marrón es debido a que se trata de una reconstrucción fechada en 1937, que recrea la construcción original del Senado Romano.

Frente a ella, aunque oculto bajo un techado, se encuentra el Lapis Níger. Se trata de una gran lápida de mármol color negro, que según la leyenda romana cubrió la tumba de Rómulo, el fundador de Roma.

Ubicado al final de la Via Sacra, junto a la Curia y al mismísimo pie de la colina del Campidoglio se encuentra el Arco de Septimio Severo. Se trata de otro de los arcos triunfales mejor conservados de Roma y por supuesto uno de los más hermosos.

El monumento fue erigido en el año 203 d.C. por los hermanos Geta y Caracalla, para conmemorar las victorias militares que llevaron a cabo junto a su padre Septimio Severo contra los partos.

Frente al arco triunfal, presidiendo el lugar que ocupó la plaza principal del Foro Romano se alza la columna dedicada al emperador bizantino Focas. Se trata de la última construcción erigida en el foro, la cual data del año 608 d.C.

A la izquierda del Arco de Septimio Severo, encontraremos parte del entablamento y las ocho columnas de orden jónico que sobreviven del Templo de Saturno, según la mitología romana, dios de la agricultura y de la cosecha.

Se trata de uno de los santuarios más importantes del foro y uno de los más antiguos de Roma, pues los arqueólogos creen que se construyó entre los años 501 y 498 a.C. También era el edificio que albergaba el tesoro estatal.

Del Templo de Vespasiano y Tito, ubicado junto al de Saturno, solamente nos queda parte del entablamento y las tres columnas corintias que formaban una de sus esquinas.

También se trató de una de las construcciones más importantes del foro, pues fue dedicado al culto del emperador Vespasiano, quien fue deificado por el Senado tras su fallecimiento. Su construcción, fue comenzada por el emperador Tito en el año 79 d.C. Sin embargo, el templo fue finalizado por su hermano Domiciano aproximadamente ocho años después.

Girando a la izquierda junto al Templo de Saturno, regresaremos hacia el principio por la calle paralela a la Via Sacra, lo que nos permitirá seguir visitando el resto de monumentos del foro.

El primero de los hallazgos que nos encontraremos es la basílica Julia, ubicada justo debajo de la Colina del Palatino. Iniciada por Julio César y finalizada por el emperador Augusto, del mismo modo que en la basílica Emilia, en ella solamente podremos ver los restos de algunas columnas y otros yacimientos difíciles de interpretar.

Inmediatamente después de la basílica Julia nos encontraremos con el Templo de los Dioscuros. También conocido como el Templo de Cástor y Pólux, es otro de los más antiguos del Foro Romano, del que solamente se conservan tres columnas corintas y parte del entablamento.

El templo fue construido en memoria de la batalla del Lago Regilo en el año 495 a.C. Según la leyenda, los dos hermanos gemelos Cástor y Pólux, hijos del dios griego Zeus (Júpiter para los romanos) y Leda, aparecieron como dos jinetes durante la citada batalla para ayudar al ejército romano.

Después, ambos fueron vistos abrevando a sus caballos en la Fuente de Juturna, ubicada junto al lugar donde se erigió el templo, y anunciaron al pueblo romano su victoria frente a los ejércitos de la liga Latina.

El siguiente monumento que nos encontraremos es el Templo de Vesta, construido sobre planta circular, ejemplo evidente de la influencia griega sobre la arquitectura romana. En él, se custodiaba siempre encendido el fuego sagrado en honor a la diosa Vesta, protectora de Roma, diosa del fuego y del hogar.

Tras el santuario, en un extenso complejo se encuentra las ruinas de la Casa de las Vestales, sede de las seis sacerdotisas que protegían la llama sagrada. En sus tiempos, se trató de un amplio palacio de tres pisos y 50 habitaciones construido alrededor de un atrio alargado. Algunas estatuas representativas de las Vírgenes Vestales y muchos de sus pedestales, aún sobreviven al paso del tiempo.

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El Palatino se encuentra ubicada en un lateral del foro. Según narra la leyenda romana, se trata del lugar donde Rómulo fundó Roma en el año 753 a.C. Después, durante la época de los emperadores, la colina fue utilizada para erigir suntuosos palacios y vivir de manera habitual.

La visita a las ruinas del Palatino también puede dar mucho de sí. Nosotros tardamos dos horas aproximadamente en explorar sus principales lugares de interés, los cuales vamos a describir a continuación.

Desde el lateral del foro, a través de unas escaleras podemos subir hasta Orti Farnesiani (Jardines Farnesianos). Se trata de una tranquila zona ajardinada sobre el Palatino, situada en el lugar que algún día ocupó la Domus Tiberiana.

Ésta fue la primera extensión de la residencia imperial, la cual se atribuye a Tiberio durante su mandato, segundo emperador de Roma. El palacio, excesivamente alejado de la sencillez de la casa de Augusto, supuso el punto de partida en lo que fueron las sucesivas extensiones de lo palacios imperiales del Palatino.

Durante el camino de subida a Orti Farnesiani, encontrarás un mirador con vistas espectaculares hacia el Arco de Tito y el Coliseo. Después llegarás hasta el balcón del Palatino, ubicado junto a los jardines, donde podrás disfrutar de unas de las mejores vistas hacia las ruinas del Foro Romano.

La parte oriental del monte del Palatino, ubicada al norte del Circo Máximo, se convirtió con el paso de los años en la zona más exclusiva de Roma. Augusto, el primer emperador romano, estableció aquí su casa donde vivió durante toda su vida de manera más humilde que sus sucesores.

Primero Tiberio y luego los que vinieron tras él, la gran mayoría de los emperadores fueron construyendo sus propios palacios cada vez más lujosos sobre las extensiones de la colina. Así consiguieron formar un extenso complejo residencial, donde llegaron a construir incluso su propio estadio para celebrar eventos privados.

La mayor parte de las ruinas del Palatino pertenecen al Palacio de Domiciano, construido en el año 81 d.C., el cual durante más de 300 años fue utilizado como residencia imperial. Además del estadio, estaba también formado por la Domus Flavia y la Domus Augustana.

Al sureste del estadio están las ruinas de la Domus Severiana. Se trata de una ampliación del Palatino fechada a finales del siglo II d.C., ordenada por el emperador Septimio Severo para extender el palacio más allá de la colina.

Entre sus ruinas se encuentran restos procedentes de la construcción principal del palacio, las termas, así como una serie de estructuras en forma de arco. El mejor lugar para observar los restos de los palacios presidenciales en su conjunto, es precisamente fuera del Palatino en la explanada del Circo Máximo.

Uno de los lugares mejor conservados que podemos visitar en el Palatino es la casa del emperador Octavio Augusto. Utilizada como su residencia habitual, fue el resultado de la unificación de varias viviendas desde donde posteriormente, se continuó extendiendo el palacio imperial.

En su interior, pueden verse las paredes decoradas con frescos relativamente bien conservados. Para acceder a ella es necesario comprar una entrada independiente por importe de 4 euros (precios 2020)

Contigua a la de Augusto, se encuentra lo que supuso la vivienda de su esposa Livia. Está decorada con hermosos frescos que representan escenas mitológicas y diversos paisajes. Para acceder a ella también es necesario comprar una entrada independiente por importe de 4 euros (precios 2020).

Junto a la Domus Augustana se encuentra el Museo del Palatino. En él, hay diversas exposiciones que incluyen restos arqueológicos y objetos encontrados durante las excavaciones de los palacios de los emperadores.

A diferencia de las casas de Augusto y Livia, la entrada al museo si que está incluida en la del Palatino. Su horario de apertura también es el mismo, desde las 8:30 hasta una hora antes del atardecer.

 

 

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