VISITANDO STREYMOY – RUTA POR LA ISLA COLOR ESMERALDA
Publicado 20 ABR 2024
Streymoy es la isla central de las islas Feroe, la más grande e importante de todo el país, y donde además en su costa oriental se encuentra la capital, Tórshavn.
Ella, esconde algunos de los paisajes más sorprendentes del archipiélago, formados por hermosas cascadas y suculentos fiordos de color verde esmeralda, así como numerosas aldeas que aún conservan su arquitectura tradicional. Por todo ello y muchísimo más, no dudamos en incluirla en nuestro itinerario de 5 días por las islas Feroe, cuya ruta que llevamos a cabo os describo a continuación.
1. QUÉ VER EN LA ISLA DE STREYMOY
SAKSUN, UNA ALDEA DE CUENTO DE FANTASÍA
Para un momento y ponte a imaginar; media docena de casas cubiertas de hierba frente a una ensenada color esmeralda, flanqueada por cientos de pequeñas cascadas encajonadas entre montañas. Pues bien, ese lugar existe, se llama Saksun y está situado al noroeste de la Isla de Streymoy.
Las elevadas colinas que flanquean la aldea junto a la niebla que cubre el fiordo, envuelven a Saksun en un halo de misterio muy especial. En la antigüedad, la playa formada en la pequeña bahía servía como puerto natural. Pero tras una fuerte tormenta en el año 1600, la arena bloqueó el fiordo impidiendo el paso de las embarcaciones.
Además de lo dicho, un museo que encontramos cerrado, la iglesia del pueblo y como no, decenas de ovejas pastando junto a numerosos arroyos de aguas cristalinas, es lo que nos encontramos en esta pequeña aldea de cuento de fantasía. Posiblemente uno de los pueblos más bonitos del Mundo.
FOSSÁ, LA CASCADA MÁS ALTA DE LAS ISLAS FEROE
De camino a Tjørnuvik, es imposible pasar por alto uno de los rincones más preciados en las Islas Feroe. Encajonada junto a una curva cerrada en la carretera que bordea el fiordo de Sundini, nos encontramos con la cascada más grande en todo el país, Fossá.
El azar hizo que de camino a ella nos cayera un enorme chaparrón, por lo que tuvimos la enorme fortuna de poderla ver con este exceso de caudal, nada que ver con las fotografías que habíamos visto con anterioridad.
Sorteando entre peñascos, es posible trepar sobre la turba humedecida y resbaladiza para alcanzar la base de la catarata. Posiblemente se trate de la más soberbia de entre tantas cascadas que encontramos en el archipiélago. Su doble salto de agua es sencillamente espectacular.
TJØRNUVIK, EL PUEBLO DE LAS MIL Y UNA CASCADAS
En la punta norte de la isla de Streymoy se encuentra Tjørnuvik, a quien propiamente rebautizamos como «el pueblo de las mil y una cascadas».
Tjørnuvik, está situado al fondo de una hermosa bahía, encajonado al pie de un escarpado anfiteatro verde fluorescente. Sin duda, el contexto paisajístico donde descansa, convierte a este puñado de viejas casas donde solo viven 70 personas, en uno de lugares más emblemáticos del país.
Todo comenzó el año 1956, cuando junto a su playa de color ceniza encontraron restos de un cementerio vikingo. Desde ella, en días despejados las vistas alcanzan hasta los legendarios pilares de roca Risin y Kellingin (El Gigante y la Bruja), quienes se alzan junto al extremo norte de la isla de Eysturoy.
Afortunadamente, el temporal nos dio una pequeña tregua y allí los encontramos, imponentes y pacientes frente a nosotros, pareciendo haberse quedado petrificados con el paso el tiempo.
Para los amantes del senderismo, un conocido camino de siete kilómetros asciende sobre las montañas más elevadas donde se encuentra encajonada la aldea. La ruta, cruza al otro lado de la colina hasta Saksun. Merece la pena iniciar el sendero y explorar sus alrededores, desde donde se precipitan centenares y centenares de pequeñas y no tan pequeñas cascadas. El relajante sonido de las cataratas lo convierte en un fantástico lugar para reflexionar.
RUTA PANORÁMICA POR LA CARRETERA OYGGJARVEGUR
La antigua carretera número 10 (Oyggjarvegur) entre las montañas del sur de Streymoy, es una ruta alternativa al túnel moderno que conecta Tórshavn con la carretera principal.
Por las impresionantes vistas que hay desde lo más alto de las colinas hacia a los fiordos, merece la pena recorrerla en alguna ocasión. A través de ella, también es posible explorar algunos rincones ocultos no tan sencillos de encontrar.
La carretera comienza junto una gasolinera, a 3,5 kilómetros tras la salida del túnel subacuático que conecta con la isla de Vágar. Inmediatamente antes de llegar a la estación de servicio en dirección a Tórshavn, yacen dos bonitos lagos bajo una loma color esmeralda. En días despejados, el reflejo sobre la superficie de la laguna genera una ilusión óptica, lo que hace parecer que se trata de un profundo barranco y no de una laguna.
Una vez tomado el desvío, bordeando el fiordo de Kollafjørður, la carretera comienza a ascender entre las montañas en dirección a Tórshavn.
Aquí, con vistas hacia el fiordo y su puerto marítimo encajonado, encontramos el primero de los puntos panorámicos en la Oyggjarvegur. Continuamente encontraremos pequeños apartaderos donde es posible aparcar el coche para disfrutar de las vistas.
Para encontrar el segundo lugar panorámico en la Oyggjarvegur, hay que continuar en dirección a Tórshavn hasta el antiguo acuartelamiento militar de la OTAN.
Curiosamente, los tejadillos de los barracones se encuentran cubiertos de hierba, por lo que de no estar pendientes fácilmente pasan desapercibidos. Aquí las vistas se dirigen hacia la ensenada que forma al profundo fiordo de Kaldbaksfjørður.
Las islas Feroe, esconden multitud de recónditos y bellos lugares sobre los que no encontramos ningún tipo de información. Por ello es recomendable circular sin ningún propósito y tomar algunos desvíos, aunque éstos parezcan que no conducir a ningún lugar.
Por fortuna, en éstas decidimos tomar la bifurcación que próxima a la base militar dirige hasta Norðradalur, una pequeña aldea próxima al mar, que se encuentra al otro lado de las montañas.
Descendiendo por la sinuosa carretera que conduce a la costa, descubrimos una estrecha fisura por donde discurre un río con salida al mar, la cual decidimos explorar.
El clima en las Islas Feroe varía de manera constante, lo que nos permite experimentar las cuatro estaciones en un mismo día. Por ello, mientras recorríamos el interior de la pequeña garganta pudimos disfrutar de paisajes tan bellos como los que puedes ver.
KIRKJUBØUR, UNA ALDEA CON TRADICIÓN
Otro de los imperdibles que ver en las Islas Feroe es Kirkjubøur, la aldea más sureña en toda la isla, localizada en la costa occidental de la misma. Se trata de otra folclórica población formada por casitas con tejadillos verdes, aunque en esta ocasión, el contexto histórico que la encierra es especialmente significativo.
Estas características construcciones con tejadillos a dos aguas cubiertos de hierba, responden a una tradicional cimentación con varios cientos de años de antigüedad, ideadas para protegerlas viviendas del viento, el frío y sobre todo de la humedad.
La historia de Kirkjubøur, hoy prácticamente despoblada, se remonta a la era vikinga. Cuando el cristianismo llegó a la isla, la aldea constituyó uno de los más importantes centros de para el culto religioso, al convertirse en sede episcopal cristiana desde el año 999. Ello, perduró a lo largo de toda la Edad Media.
Además, Kirkjubøur cuenta con las edificaciones más antiguas en toda la isla, las cuales fueron edificadas con madera que llegaba flotando arrastrada por las fuertes corrientes desde Noruega. Kirkjuboargardur, la más vieja de todas ellas, fue erigida en el siglo XI para albergar la sede episcopal.
La aldea, fue arrasada debido a una fuerte tormenta en el siglo XV o XVI, la cual destruyó gran parte de sus viviendas. Kirkjuboargardur al igual que el resto de construcciones fue restaurada, habiendo pasado posteriormente de generación en generación hasta en 17 ocasiones. Actualmente, se mantiene ocupada por la misma familia que la habitaba desde el año 1550. Hoy ha sido reconvertida en un pequeño museo
Además de estas históricas construcciones, cuenta con una iglesia y una catedral, la cual nunca jamás se terminó de construir. Una conocida ruta de senderismo de siete kilómetros, une Kirkjubøur con Tórshavn, la capital, atravesando las montañas del sur de la isla.
ACANTILADOS DE VESTMANNA
Situados al norte de la isla de Streymoy, los denominados acantilados de Vestmanna conforman uno de los lugares más impresionantes de las Islas Feroe. Aquí, la furia del mar se entremezcla en un entorno paisajístico de suma belleza.
La zona, está formado por un entramado de cuevas y acantilados que alcanzan los 700 metros de altura, entre cuyas rocas anidan miles de aves marinas.
Acantilados de Vestmanna
2. ALOJAMIENTO EN LA ISLA DE STREYMOY
Tórshavn es la ciudad con mayor oferta hotelera en la isla de Sterymoy. Gran parte de los alojamientos, están situados cerca del puerto marítimo y el barrio de Undir Riggy.
Si bien no puedo decir que el alojamiento sea tan barato como me gustaría poder mencionar, reservando con suficiente antelación tendréis la opción de conseguir algunas interesantes ofertas.
Una excelente idea para ahorrar durante vuestro viaje por las islas Feroe, es reservar un apartamento que disponga de cocina como el Light & Spacious Home ubicado a las afueras, o el 62N Guesthouse – City Center situado en el centro de la ciudad. Se trata de dos de las opciones más asequibles donde os podréis alojar no solamente en Tórshavn, sino en todo el país.
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