VIAJE DE 5 DÍAS A BHUTÁN – UN HALO DE FELICIDAD EN EL HIMALAYA
Pasaporte Nómada
Imagina un lugar, cuyo desarrollo económico se fundamenta en la felicidad de sus gentes. Un país, donde la conservación del medio ambiente constituye uno de los cuatro pilares efectivos en la sociedad. Un reino donde además, su carismático monarca decidió vivir en una modesta cabaña, e invertir en la edificación de escuelas y hospitales el dinero que para la construcción de su castillo, el pueblo había empeñado.
Pues bien ese idilio lugar existe, se encuentra alzado sobre las más altas cumbres del Himalaya, y no solamente es el único país mayoritariamente budista del mundo, sino que también, es considerado por muchos el país más feliz en todo el Planeta.
Conocer Bután se convirtió en un sueño desde años atrás, cuando comencé a releer historias sobre tan bienaventurado reino incrustado en el corazón de Asia.
Sentía la inmensa necesidad de investigar acerca de sus costumbres y tradiciones, y arrojar luz a ciertas cuestiones que de manera persistente, mariposeaban alrededor de mi inquieta conciencia.
Bhután, es uno de los países más desconocidos y herméticos del Mundo. Queda ubicado entre India y la China, los dos países más poblados en todo el Planeta, y cuenta con una extensión similar a la de Suiza, y una población aproximada de 800.000 habitantes. Su cultura, se halla ampliamente influenciada por la tradición budista, que se encuentra muy presente en la vida cotidiana de la comunidad local. Unas tres cuartas partes de su población, se declara practicante del budismo tántrico tibetano.
Pero, ¿concretamente en qué consiste el conocido «Índice de Felicidad Bruta» del que tanto se habla en este país?. ¿Cómo puede un estado calcular su riqueza en función de unos valores meramente afectivos y espirituales?.
Todo comenzó el 2 de junio de 1974, cuando el entonces rey de Bután Jigme Singye Wangchuck, decidió establecer la filosofía de la felicidad interior bruta (FIB) como idea para medir el progreso de una sociedad, sin hacerlo de manera estricta en el flujo de la economía. El verdadero desarrollo de una sociedad, según esta filosofía, tiene lugar cuando los avances en lo material y en lo espiritual se complementan y se refuerzan el uno a otro. Ello, materializa uno de los principios más significativos del budismo, conocido como «el camino intermedio».
Desde entonces, el modelo de estado en Bután se halla basado en cuatro pilares fundamentales. La práctica del buen gobierno, un desarrollo socioeconómico sostenible y equitativo, la preservación y promoción de la cultura y como no, la conservación del medio ambiente.
Éste último, considerado un valor intrínseco y fundamental, remontado a los orígenes del ser humano como especie animal. La naturaleza es la fuente de todo, es el origen de nuestras vidas y por lo tanto, se encuentra íntimamente ligada a la conciencia del ser humano, por lo que se ha de poner el máximo empeño para su protección. No es así de extrañar que en Bhután, el 80 % del territorio se encuentre formado por bosques, y el 60 % del mismo protegido por mandato legal.
Acorde con su filosofía budista, Bhután rezuma espiritualidad por cada rincón. Sus ciudades parecen aldeas y en las aldeas, el silencioso caminar de sus habitantes, es solamente interrumpido por el chirriar de los molinos de oración y el ondear de las banderas de plegaria.
Sus intensos bosques y las terrazas de arroz, junto a las antiguas fortalezas, stupas y las túnicas color, constituyen el paisaje más arraigado y tradicional a lo largo y ancho de todo el reino. Nada como viajar hasta aquí, hasta Bhután, para conocer la realidad asentada en este poético reino oriental, cual parece germinar fruto de una ilusoria leyenda de los pueblos del Himalaya.
VIAJE DE CINCO DÍAS A BHUTAN – DÍA 1: TIMBÚ
Las nubes que tímidamente nos muestran los cielos del Himalaya, comienzan a colorearse con la caída del atardecer. Los bosques son muy espesos, los pinos muy prominentes y a través de la sinuosa carretera que conecta el aeropuerto de Paro con Timbú, apenas podemos divisar las más elevadas cumbres que de manera firme, se entre ocultan cubiertas de nieve.
A través de los cristales de la furgoneta, podemos ver a quienes regresan en bicicleta hacia sus hogares. Otros sin embargo lo hacen a pie, pero la inmensa mayoría de todos ellos, lucen el tradicional atuendo butanés. Los hombres, visten una sola pieza de tela que llega hasta las rodillas y se ata con un cinturón, mostrando unas medias de color negro hasta las rodillas. Las mujeres en cambio, lo hacen con un vestido hasta los tobillos y una especie chaquetilla, normalmente en colores vivos.
La vida parece transcurrir de manera tranquila para las 74.175 personas que habitan en la ciudad de Timbú, única capital del mundo donde no hay un solo semáforo. Años atrás, decidieron instalar uno de ellos pero las protestas de los vecinos, finalmente hicieron que los tuvieran que retirar. Se quejaban de que el funcionamiento de éstos para la regulación del tráfico en la ciudad, era demasiado impersonal.
Un breve paseo camino al Memorial National Chorten, primer lugar que queremos conocer, nos hace ver las calles impolutas en Timbú. Aunque aquí, en Bhután, los hombres también mastican la nuez de areca, un fruto con efectos narcóticos que untado con lima y envuelta en hoja de betel, tiñe de rojo los dientes y los escupitajos de los butaneses que la mastican. La consumen como sustituto del tabaco, cuya venta se encuentra prohibida en todo el país.
MEMORIAL NATIONAL CHORTEN, EL ASIENTO DE LA FE EN BHUTÁN
Cualquier momento es bienvenido para recitar mantras alrededor de una stupa, o para hacer girar los molinillos de oración donde se hallan inscritos los mantas sagrados. En el corazón de la ciudad, ubicado muy próximo a un hospital militar, se halla el Memorial National Chorten, símbolo de la fe para los habitantes del reino, y uno de los lugares sagrados de mayor importancia en todo el país.
El continuo murmuro al recitar de los mantras tibetanos, hace romper el silencio del atardecer y sentir unos extraños escalofríos. A todas horas, el chorten, nombre por el que también es conocido este tipo de templos, se encuentra concurrido por fieles quienes lo circundan en tres ocasiones mientras giran los molinillos de mano. De este modo, propagan sus buenos deseos a todos los seres vivos del Mundo.
La stupa, arquitectónicamente diseñada en estilo tibetano, es muy similar al resto que se encuentra esparcidas por todo el Himalaya. Ésta sin embargo, presenta un elemento característico diferenciador que la distingue de las demás. El interior de la misma no consagra restos humanos, solamente la foto del Druk Gyalpo, en cuya memoria se construyó la stupa en 1974.
TIMPHÚ DZONG, EL TRONO DEL REINO
Ubicado a las afueras de la capital, a orillas del río Timphú, se encuentra la edificación más importante de la ciudad, el Timphu Dzong, o también conocido como Tashichho Dong. Sede del gobierno desde 1952, en la actualidad alberga la sala del trono y las oficinas del rey, además de la secretaría y los ministerios de asuntos internos y de finanzas
Los Dzongs son las construcciones más características en Bhután. Pero, ¿qué es realmente un Dzong?. ¿Qué significado tienen estas mastodónticas construcciones? . Pues bien un Dzong es el equivalente a nuestros castillos medievales, trasladados a las regiones centrales de Asia, como pueden ser el Tíbet o Bhután.
Se trata de enormes fortalezas de piedra, que comenzaron a construirse allá en el siglo XVII bajo el mandato de Zhabdrung Rinpoche, para la defensa de posibles ataques exteriores.
Su ubicación responde únicamente a fines estratégicos y militares, siempre emplazados en una zona relativamente elevada junto al cauce de un río. Aunque según la versión de Riponche, objeto de gran veneración a quien se le atribuye el traslado de los principios budistas hasta Bhután, la ubicación de estos Dzongs respondía simplemente a inspiraciones divinas.
Los dzongs, son reflejo de la austeridad adoptada por los butaneses, quienes han sabido adaptar a la perfección estas vastas edificaciones en desuso a los nuevos tiempos. Hoy acogen altas estancias del gobierno, sirven como lugar de culto y la meditación, o incluso como residencia para los monjes del monasterio. ¿Para que invertir en modernas edificaciones si podemos adaptar estas otras que no tenían utilidad?.
Se encuentran repartidos a lo largo y ancho de todo el país, y se hallan formadas por una serie de patios interiores conectados entre sí, una torre central y el resto de edificaciones. Su enorme pragmatismo, revela la importancia y la conexión entre la vida política y espiritual, durante el paso de los siglos en el reino de Bhután.
Su construcción en piedra, es ornamentada y parcialmente recubierta en madera, lo que ha ocasionados diferentes incendios a lo largo de la historia en prácticamente todos los Dzongs del país. La franja granate que lucen algunos de sus construcciones interiores en la parte superior, significa que ese edificio de manera concreta se encuentra plenamente dedicado al culto.
Junto a la zona ajardinada que decora los exterior del Dzong, entre la arboleda, es posible divisar el tejadillo de la modesta vivienda donde en la actualidad reside Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, actual rey y jefe del Estado de Bhután.
BUDDHA DONDERMA, LA ESTATUA MÁS GRANDE DEL REINO
Los vestigios espirituales de tradición budista, se hallan por todos y cada uno de los valles, laderas, rincones y oquedades del país.
En un privilegiado lugar, sobre la falda de una montaña y con vistas a la ciudad de Timbú, se encuentra la estatua de Buda erigida en mayor tamaño en todo el país, y con sus 54 metros de altura, una de las más grandes del mundo. Buddha Dordenma, al igual que las más de 1.000 estatuillas de menor envergadura alojadas a su alrededor, se encuentra tallada en bronce jaspeadas en color dorado.
Al poco tiempo de regresar del país, pudimos ver algunas fotografías de nuestro guía en el lugar completamente nevado. Sin duda, se trata de uno de los lugares que de forma inexcusable, decidimos conocer en nuestro viaje a Bhután.
Su construcción comenzó en el año 2006, con motivo del aniversario del cuarto rey Jigme Singye Wangchuck, padre del actual, y finalizó el 25 de septiembre de 2015. Aún a su alrededor, son visibles diferentes construcciones aún sin finalizar. Y es que en Bhután, el desapego con lo material hace que las construcciones las toman con mucha pero que mucha calma.
EL MUSEO DEL FOLCLORE Y EL MUSEO TEXTIL DE BHUTÁN
En la ciudad de Timbú, hay también dos museos interesantes que conocer. El museo del folclore y la cultura de Bhután, cubre diversos aspectos a cerca de las costumbres e idiosincrasia de la comunidad butanesa.
Además de poder degustar algunos licores y tés tradicionales, nos mostraron los útiles y su laborioso proceso de elaboración. También fuimos testigos de algunas danzas tradicionales de origen tibetano, y pudimos ver las famosas máscaras empleadas para la celebración de eventos culturales y religiosos.
Algunos de los elementos decorativos, son fabricados en madera de manera artesanal por un vecino impedido en sus extremidades superiores, quien lleva a cabo el minucioso proceso de tallado con sus pies. Es posible verle esculpir la madera con ingenio en el propio museo.
También demostramos nuestras destrezas con el arco. En Bhután, el tiro con arco es el deporte nacional, y además de una legendaria y milenaria tradición, constituye una actividad social y cultural de enorme importancia.
El país, cuenta con dos participaciones olímpicas en toda su historia. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, dos mujeres compitieron en las modalidades de tiro con arco y tiro de 10 metros con rifle. Sin embargo, a pesar de que ello pudiera ser motivo de orgullo y admiración en cualquier otra nación, para la población local no resultó ser causa para la satisfacción. «Los juegos olímpicos enfrentan a los diferentes países del mundo, nuestra filosofía de vida, apunta que el deporte constituye un nexo de unión entre las personas«, concluyen quienes opinan al respecto.
En el museo textil de Timbú, las artesanas muestran el proceso de elaboración de los gho, atuendo tradicional masculino, y las kira, nombre que recibe la vestimenta femenina. Todo el mundo en Bhután, debe respetar y observar el código de vestimenta nacional, denominado Driglam Namzha.
Como parte del proceso de apertura hacia el exterior, cada vez son más los butaneses que deciden vestir de manera occidental. Aunque la observancia de esta serie de normas, han de tenerlas presentes de manera estricta si se encuentran en algún templo o Dzong, o ante algún alto cargo gubernamental. En este caso, los hombres comunes llevan un sash blanco «kabney» desde su hombro izquierdo hasta la cadera derecha.
Antes de poner rumbo a la región de Punakha, hicimos una breve parada en una reserva nacional, al objeto de conocer al animal nacional del país. El Takín, es un mamífero único en Bhután, así como algunas regiones del Tíbet y Sikkim, en la India. Según mencionan, su origen tuvo lugar con los huesos de una vaca y una cabra.
VIAJE DE CINCO DÍAS A BHUTÁN – DÍA 2: CHIMMI LHAKHANG
Tras haber mencionado que nos gustaría pasear a través de los extensos cultivos de arroz, nuestro conductor estacionó en el arcén de la carretera, junto a una curva cerrada, y comenzamos a caminar a través de un estrecho sendero.
Como decía, el arroz forma parte de la base en la dieta de Bután, e imaginaba el color verde esmeralda que las terrazas de cultivo deberían mostrar antes de ser recogido. Pero nuestro paseo bajo los despejados cielos azules que nos brindaba esa bonita mañana, no quedaría solamente en los rasos cultivos de arroz.
Seguimos caminando y atravesamos algunas pequeñas aldeas, las cuales exhibían una arquitectura exquisita y muy similar. En Bután, todas las construcciones por mandato legal, deben mantener unos estándares que con escrupuloso respeto, conserven sus tradiciones arquitectónicas.
Pero más allá de todo ello, no eran sus preciosos ventanales tallados en madera lo que más llamaba nuestra atención, ni sus tejadillos en forma de pagoda que nos recuerdan a los templos de Nepal. Sino más bien, lo eran las pinturas grabadas en la inmensa mayoría de sus fachadas, cuales representaban penes erectos en pleno proceso de eyaculación.
Los habitantes de Bután, especialmente los monjes budistas del reino, sienten una especial devoción por el falo en estado erecto y eyaculante. El miembro viril masculino, se halla muy presente en todos los aspectos de su vida, bien sea eventos tradicionales, fiestas populares, pintados en las fachadas de sus hogares, pendiendo del retrovisor del coche o incluso colgado del cuello. Para ellos, se trata de un símbolo de protección.
Los butaneses creen que su imagen ayuda a la fertilidad, ofrece protección contra el mal y desvanece las energías negativas. Su devoción al falo, se remonta al siglo XV y es atribuida al maestro budista Drukpa Kunlev, conocido también como el «Divino Loco«, quien fue capaz de someter a los demonios con su rayo mágico de sabiduría. No hubo historia budista que durante nuestro viaje conociésemos, la cual no resultase más rocambolesca que la anterior.
No es único lugar posible donde conseguir estas presuntuosas figuras, pero en el camino que pudimos recorrer a través de las aldeas, se hallaban multitud de chiringuitos donde poder comprarlos en todos los tamaños y colores, tallados o lisos, para colocar sobre una estantería o para usarlo como llavero.
A través de los arrozales, entre penes erectos y banderas de plegaria, observamos un grupo de estudiantes de budismo recogiendo los desperdicios sobre el sendero, el cual prosigue y finaliza en el monasterio de Chimi Lhakhang.
La llegada al monasterio, es precedida por un enorme molino de oración grabado en letras doradas. En el interior del mismo, una vez más, la nieblina del incienso al consumirse, difumina la gran estatua de Buda que se halla tras el altar, bajo la cual yacen lámparas de manteca y ofrendas en todas sus formas. Chimi Lhakhang, además esconde un falo de madera, que Kunley trajo del Tibet. Éste, es utilizado para bendecir a la gente que visita el monasterio, con la intención de buscar ayuda para engendrar niños.
VIAJE DE CINCO DÍAS A BHUTÁN – DÍA 3: PUNAKHA
Punakha, fue la capital del país hasta 1955, fecha en la cual la capital fue trasladada a Timbu. La aldea, se encuentra ubicada en el valle de Punakha, enclave dedicado mayoritariamente al cultivo de arroz junto a las riberas de los dos ríos Pho Chu y Mo Chu.
Debido a su ubicación, Punakha es uno de los lugares más vulnerables ante las inundaciones por las crecidas, las cuales son producidas por la aguas torrenciales que cada año tienen lugar con la llegada del monzón.
Aproximadamente cada 100 o 110 años, aquí tiene lugar el festival más importante y concurrido de Bután. Suele ser transitado durante sus 10 días de duración por unas 400.000 personas, la mitad de la población del país. En su celebración, se rinde culto a Buda, y tienen lugar diferentes jornadas espirituales en compañía del líder religioso nacional, considerado descendiente suyo.
Junto a la ciudad, en la confluencia de ambos ríos, se encuentra uno de los lugares más interesantes que conocer en Bután, el Punakha Dzong.
PUNAKHA DZONG Y EL PUENTE COLGANTE MÁS LARGO DE BHUTÁN
Punakha Dzong, es posiblemente el más hermoso Dzong de todos los erigidos en el país, el de mayor importancia, y el segundo de mayor tamaño y antigüedad.
Fue construido inicialmente por Ngawang Namgyal, primer Zhabdrung Rinpoche en 1637 y constituye un excelente testimonio de la historia y cultura de Bhután. En su interior, se conservan numerosas reliquias budistas y legados históricos.
La importancia del Dzong, queda patente cuando observamos a Chimmy, nuestro guía local, encaracolarse el kabney color blanco cuando nos acercamos a él. Aquí, además de otros muchos eventos de muy relevante consideración, tuvo lugar la coronación del primer rey y la boda del quinto rey de Bhután (el rey actual).
El acceso a esta bonita construcción tibetana, tiene lugar a través de una pasarela de madera roja que cruza el río Mochhu, y donde observamos un importante ir y venir de fieles ataviados con las túnicas color granate tradicionales.
Al otro lado del voladizo, a través de unas empinadas escalerillas se accede al interior del recinto, el cual se halla formado por tres docheys, nombre que reciben sus patios interiores.
El primero de ellos, alberga las oficinas administrativas, una gigantesca torre de seis pisos de altura y un árbol Bodhi en el centro, junto al cual, se halla una pequeña stupa. El árbol de Bodhi es una especie de higuera, considerada sagrada según las creencias budistas, hindúes y jainistas, ya que se cree que Buddha Gautama alcanzó la iluminación debajo de una de ellas en India.
El segundo de los patios, albergue las residencias de los monjes que viven en el Dzong, donde es posible verlos caminar de un lado para otro acicalados con sus llamativas túnicas. En este dochey, se encuentra el Palacio de Phodrang, lugar donde el primer rey de Bhután, fue condecorado como comandante de la orden del caballero del comisionado británico.
El tercer patio, el más importante de todos, constituye también la zona más reservada del Dzong, donde diferentes salas albergan los restos momificados de algunos relevantes personajes relacionados con el budismo en Bután, entre los que se encuentran los de el primer Zhabdrung Rimpoché, gran fundador de Bhután. Sus restos, son conservados en un ataúd sellado en el interior de una stupa, el cual solamente puede ser visitado por los reyes y Je Khenpo (líder supremo del grupo monástico) a fin de ser bendecidos antes de ser coronados.
Éste último patio, también acoge una gran cantidad de reliquias valoradas y colecciones budistas, así como las salas de coronación del primer rey y donde el actual contrajo matrimonio en octubre del año 2011, mediante una boda tradicional budista.
La única sala que es posible visitar, es el conocido Salón de los Cien Pilares donde se alzan 54 majestuosas columnas talladas. En su interior, donde por supuesto y al igual que todos los templos y monasterios del país está prohibido fotografiar, se hallan tres gigantescas estatuas de Sakyamuni (el Buda primigenio), Guru Rinpoche (a quien se le atribuye el traslado de los principios budistas a Bhután) y Shabdrung Ngawang Namgyal (fundador del reino).
Accesible a pie a través de un sendero desde el Punakha Dzong, es posible llegar hasta un espectacular puente colgante construido con cables de acero, considerado con sus 160 metros de longitud el más largo de Bhután. Del puente como no, penden miles de bandas tibetanas de colores, y éste es continuamente concurrido por monjes budistas quienes lo cruzan para alcanzar el monasterio que halla en el otro extremo.
KHAMSUN YULLEY NAMGYAL, LA STUPA MÁS BELLA DEL REINO
A escasos kilómetros de Punakha, un estrecho sendero que comienza junto a otro puente colgante con cables de acero y banderas de oración, asciende hasta otro privilegiado lugar, donde como no, se halla otra bonita stupa.
Bautizada como khamsum Yulley Namgyal, un incómodo nombre difícil de pronunciar, no fue erigida para el culto de los habitantes de Bhután ni para el retiro monástico. Sino más bien, fue diseñado y construido por la Reina Madre para evitar las fuerzas negativas y transportar paz y armonía para todos los seres vivos. Otro indudable testimonio más en el país, de la enorme relevancia que el bien al prójimo y la naturaleza atesora para la comunidad.
A mitad de camino, se halla una gigantesca rueda de oración con el tradicional mantra tibetano inscrito «Oh Mani Padme Hum», que se encuentra alojada bajo un refugio. Según mencionan, un anciano vecino del lugar, hacer girar diariamente el pesado y desgastado molino mientas recita algunas cantinelas tradicionales.
Alzada sobre una pequeña explanada, se encuentra la espectacular stupa con su punta dorada dominando los cielos del valle.
Alrededor suya, se hallan unas pequeñas esculturas talladas y alineadas, que flanquean el escrupuloso recinto ajardinado que por supuesto, alberga dos grandes ruedas de oración bajo otro decorado refugio. De todas las que pudimos conocer en nuestro viaje, khamsum Yulley Namgyal nos pareció la más hermosa de todas ellas.
Por su puesto prohibido fotografiar, el interior de la construcción nos resultó precioso. Está formado por tres alturas unidas mediante una estrecha escalinata de madera, ornamentadas con precisas y minuciosas pinturas de los diferentes budas matando demonios. Es la tradición en el país, pintar budas matando demonios y penes empalmados por todas las paredes del reino.
VIAJE DE CINCO DÍAS A BHUTÁN – DÍA 4: DOCHULA PASS
Dochula Pass, es un paso de montaña a 3.100 metros de altitud, ubicado en la carretera de conecta Punakha con la capital, Timbú.
Aunque ya hicimos una breve parada para asombrarnos con sus impresionantes vistas hacia el Himalaya de camino a Punkha, en nuestra viaje de regreso hacia Timbú, hicimos una parada de mayor duración para presencia un Tsechu, nombre que reciben los festivales religiosos en Bhután.
Dochula Pass es un lugar espectacular, desde donde en días serenos, sobre todo en otoño e invierno cuando los cielos se hayan más despejados, las vistas alcanzan hasta la línea que describen las aristas de las cumbres nevadas del Himalaya. Desde aquí, es posible ver el pico Gangkar Puensum, con 7.570 metros de altitud el más elevado de Bhután.
Junto a la carretera, se halla una pequeña elevación presidida por 108 chorten conmemorativos conocidas como «Druk Wangyal Chortens«. A pocos metros, también se encuentra un templo llamado Druk Wangyal Lhakhang, construido en honor a Jigme Singye Wangchuck, padre del actual rey de Bhután.
Los pequeños chorten que se encuentran sobre la elevación, fueron erigidos en memoria de los soldados de Bután que murieron en la batalla de diciembre de 2003 contra los insurgentes asameses de la India. Concretamente, recuerdan la victoria del rey Jigme Singye Wangchuck, quien desalojó con sus propias manos a los rebeldes de sus campamentos en el territorio de Bhután, desde donde asaltaron el territorio indio de Assam
Anualmente cada día 13 de diciembre, junto a una explanada cercana al templo Druk Wangyal Lhakhang, tiene lugar el Dochula Druk Wangyel Tsechu, celebrado desde el año 2011 para conmemorar la victoria del Cuarto Druk Gyalpo y las Fuerzas Armadas en 2003.
Los Tsechu son las fiestas religiosas del budismo Drukpa, para las que emplean las macabras caretas que habíamos podido ver en el museo de Timbú. Son un motivo de reunión para la gente de los pueblos y las aldeas rurales, y consisten en una serie de bailes y rituales al son de melodías tradicionales.
Los festivales tienen lugar el décimo día del mes del calendario lunar tibetano. Es posible asistir a los Tsechus, haciendo coincidir el viaje a Bhután con la fecha de una de ellos. Aquí, puedes consultar el calendario de Tsechus para el año 2019, aunque conviene revisarlo anualmente, ya que los días exactos suelen variar de un año a otro.
Nosotros hicimos coincidir nuestra ruta con el Dochula Druk Wangyel Tsechu, único festival realizado en su totalidad por el Real Ejército de Bután y en honor suyo.
VIAJE DE CINCO DÍAS A BHUTÁN – PDÍA 5: ARO Y EL MONASTERIO DEL NIDO DEL TIGRE
Nuestro viaje a Bhután, finalizó con la mítica caminata al monasterio del Nido del Tigre (Paro Takstang), ubicado sobre la ladera de una colina en el valle sagrado de Paro.
La ciudad de Paro, es de paso obligado en cualquier viaje a Bhután, no solamente por tratarse del punto de partida de la excursión más hermosa y popular del país, si no además , por hallarse junto a la carretera próxima a la frontera con India, y albergar el único aeropuerto internacional de Bhután.
Por cierto, nuestro viaje a Bhután, no solamente mereció la pena por la increíble experiencia que supuso y por los espectaculares paisajes de los que pudimos disfrutar. Sino también, por las espectaculares vistas que tuvimos desde el avión, al sobrevolar por completo la cordillera del Himalaya. Únicamente hay que ver la foto que pudimos tomar desde el interior de la cabina con estas fabulosas vistas al Everest.
El monasterio del Nido del Tigre es una reliquia arquitectónica, un lugar que transmite una sensación muy especial. Se halla anidado sobre un precipicio de 900 metros de profundidad, y su imagen, se ha convertido además de en icono, en un referente cultural en el reino de Bhután.
Para llegar hasta el lugar donde se halla, hay que caminar unos siete kilómetros (ida y vuelta). Hay quienes prefieren salvar el primer tramo de recorrido o a caballo. Aunque de verdad, bien merece la pena caminar hasta él, atravesando el bosque de pinos entre banderas de colores y molinos de oración.
El monasterio, cuyos orígenes datan del sigo VIII, fue construido junto a la cueva donde el Guru Riponche, a quien se le atribuye la expansión del budismo tibetano al reino de Bhután, meditó durante tres años, tres meses, tres y días y tres horas hasta alcanzar la iluminación.
El complejo se encuentra formado por varias edificaciones comunicadas entre sí, que interrumpen el milenario sendero que comunica el valle de Paro con la ciudad sagrada de Lhasa, más allá de las fronteras del Tibet.
Resulta muy difícil de comprender la forma en que los antiguos religiosos del valle, llegaron a construir tan delicada obra de arte en un lugar de tan difícil acceso. Si quieres saber como fue nuestro último día por el país de la felicidad, no te olvides de visitar nuestro artículo relacionado.
6. SEGUROS DE VIAJES PARA VIAJAR A BHUTÁN
A la hora de visitar Bhután resulta imprescindible contratar un seguro de viajes, ya que además de ser un requisito exigible para obtener el visado, siempre conviene cubrirse bien las espaldas en caso de accidente, enfermedad o para hacer frente a cualquier contra tiempo que pueda surgir.
Como siempre, recomendamos hacerlo de la mano de Inter Mundial, nuestra agencia de seguros de confianza, con quienes podéis disfrutar de un 10% de descuento solo por conocernos.
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5 Comments
Hola muy interesante el viaje parece un lugar perfecto yo estoy por jubilarme te dejan residir en el país un saludo
Hola Juan
Mi pareja y yo estamos pensando ir a Bhutan en febrero para celebrar mi 60 cumpleaños. Me ha gustado tu reportaje. Quiero preguntarte qué permisos necesitas para entrar, donde los hiciste y si se puede viajar por libre
También te quiero preguntar con que agencia fuiste a Tíbet
Queremos combinar Nepal, Tíbet y Bhutan
Gracias por tus Reportajes que tanto nos inspiran
Lourdes
Hola Lourdes, muchas gracias por tu comentario, tu valoración y bienvenida al blog.
A Bhután no puedes viajar por libre, necesitas contactar con una agencia local, ellos mismos tramitarán la documentación, visados y reservarán los trayectos en avión desde, por ejemplo Kathmandú, si es que finalmente vais a Nepal. Yo lo hice con All Bhutan Conection (https://www.abc.com.bt/) con ellos consensué un itinerario a mi antojo. Sobre el Tíbet, nunca he estado en esa zona, sin embargo si que he estado varias veces en Nepal, puedes buscar los artículos en el blog. Conozco una agencia de un buen amigo que organiza también viajes al Tíbet desde Kathmandú, Himalayan Scenery, (https://www.himalayanst.com/), puedes mandarles un mail para que te hagan un presupuesto y decirles que vas de mi parte. Si tienes cualquier pregunta no dudes en contactarme. Un saludo!
Interessantissimo da voglia di viaggiare e conoscere questo paradiso
Hola! Muchísimas gracias por tu comentario, espero que lo podáis visitar pronto.
Saludos!