Pasaporte Nómada
Delfos, lugar mitológico donde los haya, encaramado sobre una abrupta ladera del monte Parnaso, durante numerosas centurias fue considerado el centro del universo.
El mito relata que para entonces, Apolo en disputas con Atenea, quería construir un templo para su adoración en el eje del cosmos. Así Zeus, rey de los dioses, liberó dos rapaces desde sendos extremos del mundo, las cuales recorrieron la misma distancia para encontrarse sobre los cielos de Delfos.
Entonces las aves, dejaron caer una piedra tallada en forma de huevo (ónfalos) que se posó sobre el mismísimo centro del universo, la cual comenzaron a adorar como el ombligo del mundo.
Después, en este lugar, proliferaron importantes templos y santuarios, y se estableció un oráculo como vía de comunicación entre los dioses y lo material, donde acudían desde los gobernantes más poderosos hasta el más humilde de los campesinos para consultar a las divinidades.
De esta manera, Delfos se convirtió en uno de los lugares más importantes de peregrinaje durante la Grecia Clásica, así como en uno de los que mayor misterio y curiosidad despertaría entre arqueólogos e historiadores.
Por todo ello, como sabemos que se trata de un lugar que os gustaría incluir en vuestro próximo viaje al país heleno, en nuestro artículo de hoy QUÉ VER EN DELFOS – EL ORÁCULO DE LA ANTIGUA GRECIA Y EL OMBLIGO DEL MUNDO, os vamos a hablar sobre el pasado mitológico de la ciudad, y os explicaremos todo lo que deberíais saber para visitar este fantástico lugar. ¡Comenzamos!
Situado en un maravilloso enclave de Fócida, el actual pueblecito de Delfos goza de una privilegiadísima ubicación. Más allá de la serpenteante carretera que conduce hasta él, las colinas y profundos cañones que lo rodean, se encuentran repletos de balcones y miradores con vistas inolvidables hacia las escarpadas laderas del Parnaso y su alrededor.
Sin embargo nuestra visita a Delfos, se centrará principalmente en lo dos recintos arqueológicos que subsisten de la antigua ciudad. En primer lugar, nos vamos a dirigir al que está situado más cerca de la aldea moderna, donde se encuentra el santuario de Apolo, y que sirvió para establecer el oráculo de la ciudad.
Después visitaremos el museo arqueológico y tras él, caminaremos por la carretera principal unos 500 metros, hasta llegar al segundo recinto donde visitaremos el templo de Atenea Pronaia y el gimnasio porticado.
A medio camino entre ambos recintos, podremos ver la fuente de Castalia, lugar donde se purificaban con agua divina antes de llevar a cabo las adivinaciones.
La visita completa puede llevarnos 4 horas de manera aproximada, aunque como en cualquier lugar, dependerá de la cantidad de fotos que deseemos tomar y del tiempo que nos queramos entretener.
La visitas guiadas, por lo general, no suelen incluir el santuario de Atenea Pronaia. Sin embargo, hemos encontrado esta excursión desde Atenas en castellano e inglés por Delfos, que incluye todos los lugares que vamos a describir en nuestro itinerario.
El Santuario de Apolo fue el lugar más sagrado de la ciudad de Delfos, por lo que desde la antigüedad, en torno a él comenzaron a erigir numerosos templos y santuarios.
Entre ellos se encontraba el consagrado al dios Apolo, una de las más importantes deidades según la mitología griega, así como el principal oráculo de la antigua Grecia, donde procedentes de los lugares más inhóspitos, los mortales acudían para consultar a los dioses.
Nada más acceder al recinto arqueológico nos encontraremos con el Ágora Romana, construida en tiempos tardíos, ya obviamente durante los años en que Grecia fue anexionada al imperio romano.
El Ágora, fue el lugar donde se desarrollaba gran parte de la vida comercial y social en las ciudades de la antigua Grecia. En éste además, construido en planta rectangular, los arqueólogos encontraron vestigios de algunos exvotos, ofrendas del pueblo para satisfacción de las divinidades, generalmente como agradecimiento a sus victorias en las contiendas bélicas.
Hay día de hoy los vestigios mejor conservados del Ágora, los encontramos en la hilera de columnas jónicas ubicadas en el lateral norte, que aún sobreviven procedentes del porticado. Aquí, se encontraba expuesta la estatua de Philopoemen, político y general griego a quien se le atribuye la victoria de numerosas batallas.
En el Ágora también es donde comienza la Vía Sacra. Ésta, flanqueada por numerosos templos y estatuas, era la principal calle que ascendía ladera arriba en zig zag por donde los peregrinos, debían caminar hasta el santuario de Apolo.
En el primer tramo encontraremos los restos de algunos de los tesoros más importantes de Delfos. Éstos, eran pequeños templos ofrecidos a una ciudad, construidos en torno a santuarios de gran relevancia y en cuyo interior, guardaban exvotos dedicados a una deidad concreta.
El mejor conservado de todos, es el ofrecido por los atenienses construido con el botín de la batalla de Maratón. Fue erigido en orden jónico y después reformado con sus materiales originales en 1906. Las metopas auténticas se conservan en el Museo de Delfos, las cuales representan hazañas de Heracles y de Teseo, así como un combate entre los atenienses y las amazonas que simbolizaba la victoria sobre los persas.
Frente al tesoro de los atenienses se encuentra el Bouleuterion, lugar donde se reunían los 40 miembros del parlamento de Delfos y junto a él, la roca de Sibila perteneciente al templo de Egea. Éste lugar, fue relacionado también con la pitonisa y sus actos de adivinación.
Después nos encontraremos con el Pórtico de los Atenienses, construido en el 479 a.C. para guardar algunos tesoros capturados a los ejércitos persas y tras él, la réplica del trípode de Platea.
Éste último monumento, consiste en una columna de bronce formada por tres serpientes entrelazadas, ofrecido tras la batalla de Platea contra los persas. La original, fue trasladada por Constantino I el Grande a la antigua Constantinopla. Actualmente, se encuentra expuesta en la Plaza del Sultán Ahmed en la ciudad de Estambul.
Inmediatamente después, en una explanada labrada sobre la ladera del monte Parnaso está situado el templo de Apolo, el más grande y de mayor importancia de todos los que se construyeron en Delfos.
El templo actual, del que sobreviven algunos resto de la cella y seis columnas sobre uno de sus extremos, fue construido en orden dórico en el siglo IV a.C. En el frontal oriental, se guardaba una estatua de Homero. Mientras, en el ala occidental del templo, dentro de una cámara subterránea celebrarían las ceremonias del oráculo, y guardarían el ónfalo de piedra que simbolizaba el ombligo del mundo.
Al noroeste del templo, aprovechando la pendiente de la colina construyeron el teatro de la ciudad. Por su privilegiada ubicación, desde las gradas podremos disfrutar de unas espectaculares vistas hacia el santuario y del valle de Cirra repleto de olivos.
Fue construido en el siglo IV a.C., con piedra procedente de la propia colina donde se sitúa. Sus 28 filas de cavea, posibilitaron la presencia de 5.000 espectadores durante los espectáculos. Éstos, tenían lugar principalmente durante el festejo de los Juegos Píticos, donde se celebraban competiciones líricas, dramáticas y musicales.
El prestigio de esta festividad, era muy similar a la de las olimpiadas y de manera Inicial, tenían lugar cada ocho años. Con posterioridad, comenzaron a celebrarse cada cuatro años, formando parte junto a los Juegos de Olimpia, los Juegos Nemeos y los Juegos Istmicos de los cuatro Juegos Panhelénicos.
Desde el teatro, subiendo por un camino hacia la izquierda llegaremos hasta el estadio de Delfos, situado bajo una escapada pared de roca prácticamente vertical. Fue construido en el siglo V a.C., aunque posteriormente en el siglo II d.C., fue objeto de ampliación y reconstrucción por parte del adinerado embajador romano Herodes Ático.
Tenía una capacidad aproximada para 7.000 espectadores y en él, también tenían lugar competiciones atléticas durante la festividad de los Juegos Píticos. Su estado de conservación es excelente, posiblemente el mejor de la antigua Grecia, pudiéndose ver incluso la línea de salida donde están indicadas las 16 calles.
Junto al recinto del santuario de Apolo, se encuentra ubicado el Museo Arqueológico de Delfos, uno de los que más nos impresionaron en nuestro recorrido por la Grecia Clásica.
En él, se encuentran expuestas numerosas esculturas, obras de arte y otros hallazgos, que fueron descubiertos por los arqueólogos durante las excavaciones en Delfos. Ente ellas se encuentran las estatuas de Cleobis y Biton, el exvoto de los Naxios que se encontraba tras la roca de Sibila o las metopas y frisos de algunos de los tesoros más importantes de la ciudad.
En la carretera que une los recintos arqueológicos del santuario de Apolo y el de Atena, junto a la curva que se halla entre medias de ambos se encuentra ubicada la fuente de Castalia. Su nombre deriva de la ninfa Castalia, hija del río Aqueloo que era esposa del rey de Delfos.
Antiguamente, el agua se precipitaba desde una altura de casi 600 metros, y después era canalizada hasta la fuente saliendo por unos caños de bronce en forma de cabeza de animal. Éste, era el lugar donde los peregrinos acudían para purificar su cuerpo, antes de poder acceder al recinto sagrado de Apolo.
El santuario de Atenea Pronaia está situado junto a la carretera, a unos 500 metros al este del acceso al santuario de Apolo. Frente a la fuente de Castalia, sobre la pendiente de la ladera se encuentra el gimnasio porticado, que fue construido en el siglo IV a.C. De él, sobreviven solamente el basamento de las columnas y el perímetro del recinto.
El lugar fue destinado a la práctica de la actividad física, y es un ejemplo más de la importancia que el deporte tenía durante los años de la Grecia Clásica. Estaba formado por dos pistas de carreras: una cubierta de 7 metros de ancho y 178,35 metros de longitud y otra al aire libre, una palestra, termas y una piscina circular.
Tras las ruinas del gimnasio, nos encontramos ahora si con el santuario de Atenea Pronaia. La protectora guardiana de la ciudad de Atenas, diosa de la sabiduría, la fertilidad y la salud, era también muy venerada en Delfos. De hecho, este lugar, ha sido relacionado también con sacrificios previos a la ceremonia del oráculo.
El edificio más reconocido de todos los que se encuentran en Delfos, es el tholos circular situado en medio del santuario, del que sobreviven tres de sus columnas sujetando parte del arquitrabe, erigido para rendir culto a la diosa Atena entre los siglos 370 y 360 a.C.
Este tipo de santuarios construidos en planta circular, son muy conocidos en la arquitectura de la antigua Grecia, aunque no se conoce con certeza el por qué de su construcción. O al menos esta, información nosotros no la hemos podido encontrar.
Sin embargo, la forma radial y su diseño tan peculiar, puede invitar a pensar de manera equivocada que éste lugar, fuese donde establecieron el oráculo y se llevaban a cabo los rituales de adivinación.
En torno a él, aún pueden verse vestigios de otros dos templos en planta rectangular consagrados a Atenea, dos tesoros, uno de los cuales de origen desconocido, así como de un edificio que pudo ser habitado por los sacerdotes que interpretaban los gestos de la pitonisa.
Tantos los recintos arqueológicos como el museo pueden visitarse durante todo el año excepto los días 1 de enero, 25 de marzo, 1 de mayo, Domingo de Pascua y los días 25 y 26 de diciembre.
El horario de visita a los santuarios de Apolo y Atenea es de 8:00 a 20:00 horas (última admisión a las 19:45 horas).
Mientras, el horario para visitar el museo es de 8:00 a 20:00 horas, a excepción de los martes, cuyo horario de apertura es de 10:00 a 17:00 horas. Durante el invierno y en determinados días del año, el recinto permanece abierto solamente en horario reducido, el cual puedes consultar en su página web oficial.
El precio de la entrada es de 12 euros (precios 2020) y 6 euros la reducida, que permite acceder al santuario de Apolo y al museo. La entrada debe comprarse en las taquillas ubicadas junto a la puerta de ingreso al recinto.
El acceso al santuario de Atenea es gratuito. En el enlace anterior, también puedes consultar las condiciones y requisitos para optar a la entrada gratuita o reducida al museo y el santuario de Apolo.
Los días de acceso gratuito al yacimiento son los siguientes:
La mejor manera para llegar a Grecia desde el extranjero es el avión. El aeropuerto de Atenas (Atenas Eleftherios Venizelo) es el más importante y transitado en todo el país.
En él operan las principales aerolíneas del continente, entre ellas Iberia, Ryanair o las helenas Aegean Airlines y Olympic Air. Podrás encontrar vuelos directos a bajo coste desde algunas de las principales ciudades de Europa, entre ellas Barcelona o Madrid.
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La mejor opción para llegar a Delfos desde Atenas es reservar un coche de alquiler, recorrer parte del país e incluir la ciudad en nuestro itinerario. La ciudad, se encuentra ubicada a 169 kilómetros de Atenas.
Para llegar tendréis que tomar la autopista E75 en dirección Lamia, tomar la salida a Castro a unos 100 kilómetros y seguir las indicaciones para Levadia. La misma carretera os llevará a Delfos cruzando Arachova, un bonito pueblo de montaña.
Una variante a la ruta más directa, permite recorrer el lugar donde tuvo lugar la batalla de las Termópilas y visitar el monumento a Leónicas, situado a un lado de la autopista E75. Inmediatamente después del monolito, para continuar hacia Delfos hay que tomar el desvío hacia la izquierda (carretera E65).
Una vez en Delfos, resulta muy sencillo encontrar aparcamiento dentro de la ciudad, desde donde se puede ir a pie hasta el santuario de Apolo y el resto de lugares turísticos de interés.
Si aún no habéis reservado vuestro coche de alquiler, recomendamos que lo hagáis con Auto Europe. A nosotros siempre nos han garantizado el mejor precio y un servicio cercano y de calidad. Puedes reservar el tuyo para recogerlo nada más aterrizar en el aeropuerto de Atenas, o en cualquier oficina del centro de la ciudad.
Otra opción para llegar desde Atenas a Delfos es el autocar. Los autobuses parten de la Terminal B (260, Liossion Street) desde las 7:30 hasta las 20:00 horas y tardan 3 horas en hacer el trayecto. Dependiendo del día de la semana en que desees viajar disponen de dos, tres o incluso de cuatro salidas diarias.
El importe del billete es de 16,40 euros (precios 2020) solamente la ida. La compañía privada Ktel Fokidas es quien gestiona el transporte entre ambas ciudades, en su página web oficial puedes consultar los horarios de sus trayectos y reservar los billetes.
La ciudad actual de Delfos cuenta con apenas 2.500 habitantes, y se encuentra ubicada sobre una ladera del monte Parnaso. El pueblo es atravesado por dos avenidas principales, Apollonos y Friderikis, las cuales confluyen en ambos extremos. La mayor parte de restaurante y alojamientos se encuentran ubicados entorno a estas calles.
Nosotros nos alojamos en el Acropole Delphi City Hotel, donde disponen habitaciones triples, dobles e individuales amplias, con vistas al valle y desayuno incluido. De todos los alojamientos que reservamos en nuestra ruta por Grecia fue sin duda el que más nos gustó.
Para viajar de manera segura es necesario contratar un seguro de viajes que te cubra ante cualquier imprevisto, accidente o enfermedad. Nosotros siempre lo hacemos con Inter Mundial, ya que disponen de infinidad de modalidades para adaptarse a tus necesidades.
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2 Comments
Muchísimas gracias por esto, he encontrado muy poca información de Delfos en guías y libros de viaje, me será de utilidad. Cuando vaya (Noviembre 2021) te diré si algo ha cambiado.
Hola Loreto, muchísimas gracias por tu comentario y valoración. Aquí te esperamos para que nos ayudes con nueva información y nos cuentes cómo fue tu viaje. Saludos.